Sentada en la cima de la colina
vi las lágrimas de una flor
al caer las hojas del viejo álamo
mientras las nubes nadaban en el
atardecer
y el sol escondía sus rayos.
Sentada en la cima de la colina
descubrí la calidez del atardecer
sentí el olor de la hierba húmeda,
vi
las rosas cubiertas por el roció
mientras la luna tímida asomaba sus
rayos.
Sentada en la cima de la colina
acaricié la suavidad del cielo
contemple el inmenso firmamento
mientras las estrellas emanaban
su cálida luz que encandilaba
mi triste mirada.
Sentada en la cima de la colina
sentí a mi soledad callada
hablar a mi alma penada
que oyó a mi corazón partido
llorar la noche pasada.
Sentada en la cima de la montaña
sentí mi ilusiones y esperanzas
rodar como gotas de agua
convertidas en lágrimas amargas.
5 comentarios:
Cuantas sensaciones en una noche estrellada, pero algo melancólicas?
tu poeta solitario
cuanta tristeza, arriba ese animo
jose tu romeo
muchas sensaciones tristes, pero a la vez bellas.
David
bellas palabras, nos vemos
Diosa
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